Ha sido muy inquietante el aprendizaje de como realmente es nuestro corazón, no solo siente emociones como normalmente se cree sino que va mas allá que esto, el corazón piensa tiene la habilidad de ver y apreciar nuestro verdadero yo interior. aquí se originan nuestras palabras, decisiones, acciones, todo lo que verdaderamente atesoro y como dice proverbios 4:23 lo que ama mi corazón determina el curso de mi vida, preguntándome ¿Por qué quiero esto? ¿Por qué me siento tentado a hacer esto? ¿Por qué actúo así?.
Hay deseos superficiales que son los que otros pueden ver, parecen ser nuestro mayor deseo pero realmente no lo son, son únicamente un medio para alcanzar los deseos profundos que son los tesoros escodidos en nuestro corazón que son el motor real de nuestras acciones.
Debemos auto examinarnos y ver como estamos realmente si ¿Dios es mi mayor placer y deleite? , si ¿amo al Dios de las bendiciones o estoy amando mas las bendiciones de Dios? La clave para transformar el corazón es arrepentirnos del pecado debajo de mi pecado que solo Dios y yo podemos ver.