Cómo conocer a Dios.

Versículo base

“Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos…” Salmo 139:1-6.

Principio

Conocer a Dios incrementa mi fe y muestra mi verdadero corazón.

CONTENIDO

J.J Packer, en su libro “Hacia el conocimiento de Dios” menciona lo siguiente: “Debemos procurar que el estudio de Dios nos lleve más cerca de él. Con este fin se dio la revelación, y es a este fin que debemos aplicarla. ¿Cómo hemos de lograr esto? ¿Cómo podemos transformar el conocimiento acerca de Dios en conocimiento de Dios? Lo transformamos cuando todo lo que aprendemos acerca de Dios lo transformamos en meditación delante de Dios, seguido de oración y alabanza a Dios”.

ACTIVIDAD INICIAL

Piensa en una persona cercana a ti. Luego pregúntate ¿Cuánto lo o la conozco/a? Y para responder a esa pregunta, trate de contestar lo siguiente sobre la persona en quién pensó:

INICIO DEL ESTUDIO

Te animamos a tomarte el tiempo para orar antes de iniciar el estudio y pedirle a Dios que abra tu corazón y mente ante lo que vas aprender, y haga los cambios necesarios en ti.

Hay dos cosas que necesitamos tener en mente y comprender muy bien. La primera es que debemos ser conscientes que no es lo mismo tener información sobre Dios, que conocer a Dios. La información solamente es un contenido que no necesariamente transforma mi vida. Conocer a Dios, implica que esa información en nuestra mente, el Espíritu Santo la lleva a un nivel de comprensión profunda sobre Dios, lo cual afectará nuestra vida integralmente.

Si realmente conocemos a Dios ¿Por qué nos estresamos en momentos de dificultad?

Entonces, ¿Cuál debe ser nuestra actitud y el propósito en mente cuando estudiamos sobre la persona misma de Dios? La respuesta la encontramos en el Salmo 119 (12,18,97,103,125).

Salmo 119:12   “Enséñame tus estatutos”;

Salmo 119:18   “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley”

Salmo 119:97    “¡Oh, ¡cuánto amo yo tu ley! “

Salmo 119:103 “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca”

Salmo 119:125 “Dame entendimiento para conocer tus testimonios”

De acuerdo a estos pasajes …

Si volvemos a los 6 pasajes anteriores del Salmo 119, veremos que el salmista anhelaba adquirir un conocimiento no teórico sino práctico acerca de Dios. Su anhelo supremo era el de conocer a Dios mismo y deleitarse en él. Quería entender las verdades divinas con el fin de que su corazón pudiera responder a ellas y que su vida se fuese conformando a ellas.[1] El salmista en el salmos 27:4 dice “una cosa he pedido al Señor, y esa buscaré que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor, y para meditar en su templo”.  


[1] Packer J.J “Hacia el conocimiento de Dios”. Pág. 9.

En palabras simples, David quiere conocer a Dios, contemplar su belleza, apreciar su valor, asombrarse de sus atributos, admirar su carácter, quiere que sea su mayor tesoro. Para que esto ocurra en nuestras vidas, necesitamos conocer más sobre la persona misma de nuestro Dios, pero con el propósito de que ese contenido nos muestre nuestra realidad como mujeres. ¿Qué significa esto? Que al ir conociendo sobre Quién y Cómo es Dios, podamos darnos cuenta quién y cómo somos nosotras, y eso nos lleve a rendirnos y darnos cuenta que somos tan afortunadas de que Dios nos ame y que desea llevarnos a ser como Cristo. ¿Puede ver está realidad? Conocer a Dios, nos lleva a no temer al fututo ni al presente y comprender que Dios es más que suficiente para nosotras, no necesitamos nada más.

Veamos el siguiente ejemplo: Lee con todo detalle 1 Samuel 1:9-20.

En el ejemplo anterior, podemos ver con claridad que Ana se acercó a pedirle a Dios un hijo, porque ella sabía que Dios tenía el poder para hacerlo. Ana conocía a Dios y eso alimentó su fe y confianza en Dios y, luego en su cántico, resalta su grandeza. Es importante que el estudio de Dios nos lleve a acercarnos más Él. Y entre más conocemos su poder, amor, misericordia, grandeza, fidelidad, etc. Más incrementará nuestra fe y santidad ante nuestro gran Dios. Además, dicho acercamiento nos permitirá por medio del Espíritu Santo ver la realidad de nuestro corazón y que aún seguimos luchando con los deseos de la carne.

En conclusión, ¿Cómo conocemos a Dios? Lo conocemos cuando nos acercamos a su Palabra para deleitarnos y valorar su grandeza. No podemos leer sobre su Deidad como simple información, ese contiendo nos debe llevar a un nivel de relación íntima con Dios que nos permita ver nuestra necesidad de Él en cada área de nuestra vida, y a la vez descansar en Él. Solamente así podremos depender completamente de Dios en medio de cualquier dificultad, cuando lo llegamos a conocer y valorar más que a nuestra propia vida.

Nota: Recordemos que solamente el Espíritu Santo, nos puede ayudar a comprender el conocimiento sobre Dios y llevarnos a desear contemplar su belleza en cada momento de nuestro diario vivir. Nuestra labor es orar, para que el Espíritu Santo ponga el deseo en nosotras de meditar en su Palabra alabarle, y admirar su grandeza.

Actividad final

Veamos cual es nuestra participación en esté proceso de conocer a Dios.  

Te animamos a leer y meditar en la siguiente oración.

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