El filósofo griego Heráclito dijo que: “Lo único permanente es el cambio, que nadie se baña en el mismo río dos veces”. Según El teólogo inglés A.W. Pink la inmutabilidad de Dios es uno de Sus atributos menos estudiados y personalmente creo que es uno de los atributos fundamentales para conocerlo. Dios no está sujeto a cambio alguno en su ser y como hemos apuntado la mayor constante en el hombre es el cambio. En Su palabra Dios es Comparado a una roca que permanece inconmovible en medio de un océano que está en constante movimiento y nunca se agota. Por nuestra parte vivimos en un mundo cien por ciento cambiante, cambian nuestros nombres, cambian nuestras edades y domicilio, cambian nuestras autoridades, cambian nuestras economías, etc. Cómo mujeres estamos en constantes cambios no solamente de nuestros cuerpos al crecer, al ser madres, al entrar a la madurez. Sino que también, nuestra perspectiva de la vida cambia, nuestro pensamiento cambia, aún algunas de nuestras convicciones cambian. Entre otras cosas que cambia, se encuentran las actualizaciones de los sistemas operativos de nuestros aparatos electrónicos. Y qué decir de lo ocurrido con la pandemia, esta ha traído grandes y permanentes cambios a nuestra sociedad y vida cotidiana. En este mundo todo es un riesgo, inseguridad e incertidumbre solo hay una cosa que no cambia, y es nuestro gran Dios.
Por lo tanto, debemos edificar nuestra salvación y nuestra esperanza eterna sobre La Roca qué es Cristo Jesús.
A.W. Pink también afirmó que Dios no puede cambiar para mejorar, puesto que Él es perfecto en todo, no puede ser mejor y no puede ser peor; de hecho, es imposible que algo así pase pues entonces Dios dejaría de ser Dios. Éxodo 3:15 dice así: “Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos”. Este pasaje nos enseña que Dios es diferente a las criaturas Pues él es Autoexistente, Él es Autosuficiente y es Eterno, el Gran Yo Soy. El ser que pueda sufrir cambio alguno no será Dios puesto que Dios no cambia en absoluto es automáticamente y totalmente único.
Por su parte A. W. Tozer dice: “Que Su inmutabilidad se hace más hermosa al contrastarse con lo cambiante que son los hombres. Mientras Dios no puede cambiar, Él es Eternamente el mismo y los hombres no pueden escapar al cambio.” Querida hermana vivimos en un mundo cambiante donde los hombres nos olvidan, cambian sus actitudes según las circunstancias y aún por los asuntos más banales están propensos a los cambios. Cuan maravilloso es Dios, pues refiriéndose a sus propias cualidades de paciencia, grandeza y misericordia, Dios dice: «Yo, el Señor, no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, no han sido exterminados» (Mal 3:6). Aquí Dios usa una afirmación general de Su Inmutabilidad para referirse a algunas maneras específicas en las que él no cambia.
El señor Nunca cambia su pensamiento con respecto a nada, nunca cambia de humor, no se enfría en sus afectos, ni pierde el entusiasmo. Este Atributo nos debe recordar que todos los cambios nos corresponden a nosotros los humanos pero que Jehová Nunca cambia. Dt.32:4 nos dice que Dios no conoce cambio alguno Pues él no tiene principio ni fin.
Antes de detallar más sobre este atributo vale la pena recordar que en un sentido todos los atributos que vemos en la Escritura dependen de la enseñanza de la Inmutabilidad de Dios, porque si Dios cambiara todos sus demás atributos se derrumban, y nuestra comprensión del universo empieza a deshacerse.Es por eso tan importante comprender y afirmar este atributo, es decir, que Dios será el mismo en todos sus atributos por la eternidad. Que asombrosamente e increíble es que en todos y cada uno de mis días Dios me escuchará cada mañana que le busque con el mismo humor, que será paciente, sabio y fiel. Nuestra fe, esperanza y conocimiento dependen en última instancia de una persona que es infinitamente digna de confianza; porque Él es absoluta y eternamente inmutable en su ser, perfecciones, propósitos y promesas
Según Pink hay tres aspectos de la inmutabilidad de Dios que sobresalen:
1. En primer lugar, Dios es Inmutable en esencia.
Su naturaleza y su ser son infinitos, por lo tanto, no está sujeto a cambio alguno. Dios siempre existió y lo que es hoy, ha sido siempre y siempre lo será. Él dijo “Yo Soy” es mi nombre. Lee Malaquías 3:6, y encierra con un círculo la característica de Dios en ese pasaje. Seguidamente responda las siguientes preguntas:
2. En segundo lugar, Dios es inmutable en sus Atributos.
Es decir, su carácter o perfecciones. Estos son los mismos desde la eternidad; su poder es indestructible; su sabiduría es infinita, su santidad es impecable, su amor es eterno, su justicia es perfecta, su misericordia es incesante, etc. Dios es inmutable en sus atributos cualesquiera que sean. Existen desde antes que el universo fuera creado, hoy son exactamente los mismos y así permanecerán para siempre.
Hagamos juntas una lista de las cosas de Dios que permanecen para siempre. Busque en su Biblia los siguientes pasajes: Salmos 119:89; Jeremías 31:3; Juan 13:1c; 2 Timoteo 2:13; Hebreos 10:23; y Salmos 100:5. Cada pasaje menciona una cosa que permanece para siempre en Dios. Escríbelas en una hoja aparte y las coloca en un lugar visible para usted. A continuación un ejemplo:
- Su Palabra permanece para siempre (Salmos 119:89)
- Su _____________________permanece para siempre (Jeremías 31:3; Juan 13:1c)
- Su_____________________ permanece para siempre (2Ti. 2:13; Hebreos 10:23)
- Su _____________________es para siempre, es decir, incesante (Salmos 100:5)
3. En tercer lugar, Dios es inmutable en sus propósitos.
Su voluntad jamás cambia «Los planes del Señor quedan firmes para siempre; los designios de su mente son eternos» (Salmos 33:11). Dios afirma por medio de Isaías que no hay ninguno como Él:
“Yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí. Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que está por venir. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo. …Lo que he dicho, haré que se cumpla; lo que he planeado, lo realizaré” (Is. 46:9-11).
Que asombrosa la declaración de nuestro Inmutable Dios en Isaías 46:9-11. Ahora, puedes escribir un breve testimonio o una oración de gratitud de cómo se ha cumplido esta verdad en tu vida. Una vez que Dios determina hacer algo, su propósito es inmutable y se realizará.
No te maravilla lo que dice Dios en Romanos 11: 1ª. Lee la porción en esta versión más clara “Entonces pregunto: ¿acaso Dios ha rechazado a su propio pueblo, la nación de Israel? ¡Por supuesto que no! ¿En qué formas has visto este atributo en tu propia vida? En este punto hemos de armonizar la frase “y se arrepintió Dios” (Gn. 6:6 y Nm. 23:19, etc.), recordando que la Palabra no contiene contradicción alguna. La explicación es muy sencilla cuando Dios habla de sí mismo, adapta a menudo su lenguaje a nuestra capacidad limitada. Él se describe a sí mismo con miembros corporales como orejas y manos. Habla de sí mismo despertando (Salmos 78:65) o madrugando (Jeremías 7:13). Sin embargo, Dios ni descansa, ni duerme y su voluntad jamás cambia; sus acciones no implican un cambio de esencia o propósito. Dios usa este lenguaje para que como humanos podamos entenderlo según nuestra capacidad mental. Cuando Él adopta un cambio en su trato con los hombres, Dios describe su acción como “arrepentimiento”. Ya que Él es Omnisciente (todo lo sabe) y Omnipotente (todo lo puede) nunca necesita corregir sus decretos; Él nunca es sorprendido o tiene que ajustarse a algo (Salmos 33:11).
4. En cuarto lugar, Dios es inmutable en sus promesas.
Una vez que ha prometido algo, no es infiel a esa promesa: «Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?» Nm. 23:19; cf. 1 S 15:29. (J. MacArthur). Si Dios pudiera cambiar respecto a sus promesas, ¿Cómo podríamos confiar en él completamente en cuanto a la vida eterna? ¿O en cualquier otra cosa que la Biblia dice?
Marca en la Biblia las eternas promesas que nos da Dios en los siguientes pasajes: Isaías 41:10; Hebreos 10:23; Juan 3:16; Juan 11:25-26.
ACTIVIDAD FINAL
Para reflexión:Querida hermana que increíble conocer este atributo de nuestro amante Señor ¿Qué produce en ti la inmutabilidad de Dios?
Si bien hemos aprendido que Dios o Jesucristo no cambian y nosotros sí, esto tiene un lado esperanzador podemos crecer en nuestro amor hacia el Señor y en nuestra admiración de Su grandeza y determinarnos a serle más fieles cada día.
Te animamos a meditar y leer la siguiente oración.