Oración la Omnipresencia de Dios

Oremos…

Querido Padre Celestial: Vengo a Ti hoy bendecida por lo que estoy aprendiendo. Te adoro como el Creador del universo, Sabes lo que está sucediendo en cada parte de la tierra en todo momento; ¡Y también te preocupas por mí! Inclinándome ante Tú presencia Todopoderoso. Pienso en las palabras de una canción que yo escuché por primera vez cuando era una niña:

“¿Cuán grande es Dios? ¿Cuán grande y ancho Su vasto dominio? Para tratar de contar, estos labios solo pueden comenzar. Es lo suficientemente grande como para gobernar el poderoso universo. Sin embargo, lo suficientemente pequeño como para vivir dentro de mi corazón”.

Además, pienso en lo que registró Jeremías 23:24, que dice: “¿Puede alguno esconderse en lugares secretos para que yo no lo vea? dice el SEÑOR. ¿No lleno yo el cielo y la tierra? dice el SEÑOR.” Estás presente en todas partes, llenando el cuadro grande de toda tu creación y el cuadro pequeño de mi persona.

Me conmueve tu cercanía, Padre, cuando estoy atribulada o tengo miedo, me acerco a ti y sé que estás cerca de mí. Sea una mujer birmana en un campo de refugiados, o alguien en medio de inundaciones en Centroamérica. ¡Tú también estás ahí, Señor! Tu Omnipresencia consuela.

Otras veces tu Omnipresencia me convence. Recuerdo tus palabras en Hebreos 4:13: “Y no hay criatura oculta a tu vista, sino que todas las cosas están abiertas y descubiertas a los ojos de Aquel con Quien tenemos que ver.” Palabras; acciones; pensamientos, estás mirando por encima de mi hombro todo el tiempo.

Otras veces tu Omnipresencia me da valor. Enfrentar tareas o desafíos difíciles me hace pensar en 2 Crónicas 16:9: “Porque los ojos del Señor se mueven de un lado a otro de la tierra para sostener con fuerza a aquello cuyo corazón es completamente suyo.” Examina mi corazón, oh Señor, porque quiero que ese corazón sea “completamente tuyo”. Qué maravilloso y reconfortante que veas mi necesidad, así como la de cualquier otra persona en todo el mundo cuyo corazón es completamente tuyo. Hoy voy a reivindicar el Salmo 73:28: “La cercanía de Dios me es buena; He puesto en el Señor DIOS mi refugio, para contar todas tus obras.”

Vengo en el nombre de Jesús, Amén.

C.K. Wilson, 2022. Traducción Nancy Mckeeth.